Mirtha Marín: La historia de una mujer emprendedora que construyó un sueño llamado Espumas
San Luis, una provincia de esfuerzo y perseverancia, es el hogar de innumerables historias de emprendimiento. Entre ellas, la de Mirtha Marín se destaca como un ejemplo de valentía, compromiso y evolución constante. Fundadora de Espumas, una empresa dedicada a la venta de colchones, insumos de tapicería, cortinas y blanquería, Mirtha ha forjado un camino que hoy transita junto a su hijo, Carlos «Charly» Acosta, asegurando el legado de una empresa con 31 años de historia.
Por Matias Saldivar

El inicio de un desafío inesperado
Mirtha Marín no comenzó su vida profesional en el mundo del comercio. Su carrera inicial fue como asistente social, una vocación centrada en la ayuda y el acompañamiento. Sin embargo, la vida le presentó una oportunidad que cambiaría su rumbo por completo.
«Se dio la posibilidad de tener un negocio que vendiera colchones Canon, porque en San Luis no había un local que representara a esta fábrica», recuerda. «Fue un desafío enorme, porque de asistente social a comerciante el paso era demasiado grande».
A pesar de no tener formación contable ni experiencia previa en ventas, Mirtha apostó por el desafío. Contaba con un espacio físico heredado de su padre, lo que facilitó la instalación de la primera máquina para la molienda de copos de espuma. Así nació Espumas en agosto de 1993, con un nombre inspirado en su producto inicial y un logo que reflejaba los diferentes tipos de espuma utilizados en tapicería.

Del pasaje Mauro a una empresa en constante crecimiento
Los primeros años no fueron fáciles. Espumas operaba desde un local escondido en un pasaje, sin una vidriera visible al público. «Era un negocio al que se ingresaba por un pasillito», cuenta Mirtha. Sin embargo, el boca a boca comenzó a hacer su magia, y los clientes llegaron en busca de calidad y atención personalizada. Con el tiempo, la empresa amplió su oferta con colchones, almohadas y sommier, consolidándose como un referente en el rubro.
La adaptación no fue sencilla. «Me costó mucho aprender la parte contable y administrativa», confiesa. «Pero soy muy perseverante y cada dificultad se convirtió en un desafío por superar». La clave fue el trabajo constante, la atención a los detalles y la seriedad en cada operación.
Una relación cercana con los clientes
Uno de los aspectos que Mirtha más valora de su trayectoria es la relación que ha construido con sus clientes. «Hay quienes vienen desde hace décadas y ahora traen a sus hijos y nietos», dice con orgullo. «Es una historia de vida compartida con la gente».
La confianza y la atención personalizada se convirtieron en el sello de Espumas. «El cliente de hoy es más exigente, quiere información precisa y rápida. Nosotros seguimos apostando por el asesoramiento detallado, explicando cada material, cada opción», agrega.
El traspaso generacional y el futuro de Espumas
El crecimiento de la empresa también implicó un cambio en la estructura. Hoy, Mirtha comparte la dirección con su hijo, Carlos «Charly» Acosta, quien aporta una mirada renovada y adaptada a las nuevas tecnologías. «Carlos es administrador de empresas y maneja herramientas que yo no podría atender sola», reconoce. «La era tecnológica, la inteligencia artificial, las ventas online, todo ha cambiado».
Bajo su liderazgo conjunto, Espumas se ha expandido en stock y variedad de productos, incluyendo nuevas marcas y una de las blanquerías más completas de la ciudad. «El sueño es seguir creciendo, adaptándonos a los tiempos y manteniendo siempre nuestra esencia», dice Mirtha.
Consejos para nuevas emprendedoras
Con más de tres décadas de experiencia, Mirtha Marín tiene un mensaje claro para quienes sueñan con emprender: «Que se animen, que sean perseverantes. Los primeros años son difíciles, pero con esfuerzo y constancia los frutos llegan».
También destaca la importancia de la capacitación constante y el compromiso con el trabajo. «Hay que ser serios, hablar con la verdad y conocer bien lo que se está ofreciendo». Además, subraya el valor del sacrificio personal: «A veces hay que dejar de lado tiempo con la familia, pero los hijos también aprenden del ejemplo».

Un legado de esfuerzo y pasión
Mirtha Marín ha convertido a Espumas en un emblema de emprendimiento en San Luis. Con una mezcla de esfuerzo, adaptabilidad y amor por su trabajo, ha construido una empresa que no solo vende productos, sino que también ha tejido lazos con generaciones de clientes. «Lo que me hace más feliz es ver que el esfuerzo continúa en mi hijo», concluye. «Mi sueño es que Espumas siga creciendo y evolucionando con los tiempos».
Desde aquel primer día moliendo copos de espuma hasta convertirse en un negocio consolidado, la historia de Mirtha Marín es un ejemplo de que, con pasión y perseverancia, los sueños pueden convertirse en realidad.